Pues sí, amigos y amigas. A lo tonto, pasa el tiempo, y ya se va a cumplir un año de "La Liturgia Eléctrica". Todos los álbumes son importantes, está claro, pero este me hizo reconciliarme con el rock, electrificarme, honrar a mis ídolos, y me puso en el camino a personas esenciales durante estos últimos 365 días, ya insustituibles, como Miguel Herrero, Maite Moreno o Javi Quintana. Además, el disco fue muy bien recibido, y tuvimos nuestro momento en Los Conciertos de Radio 3, RNE, y demás medios como Dirty Rock, El Giradiscos, GravelRoad76, Free Rockin' o Ruta 66, que nos hicieron un hueco entre humildes piropos. Pero lo mejor de todo, fue que estas 11 nuevas canciones me dieron el impulso necesario para volver a la carretera esta vez en formato de banda, en eléctrico, algo que no hacía de forma prioritaria desde 2015, con todas las aventuras que la furgoneta, las salas y la carretera aportan a la experiencia. Y aquí entramos en la sorpresa que con tanto mimo he preparado estos meses: dos discos en directo que recogen dos noches más que especiales de la gira, los conciertos de Madrid y Sevilla, en el Café Berlín y la Sala X respectivamente.

¿Y por qué publicar esto, y además dos discos de una vez? Para empezar, quien me conozca sabe que soy un apasionado de los bootlegs, de los discos en directo, de las ediciones pirata, desde Dylan a los Stones, Grateful Dead, Neil Young, Black Crowes, Dr. John, Zappa...en mi colección particular abundan esos pequeños tesoros que alguien alguna vez grabó y los editó para deleite de los fans, los curiosos, o simplemente como recuerdo. Porque si un disco refleja un momento determinado en la etapa de su creador, un concierto es directamente una foto, un disparo, un flash, un tiro directo a la yugular. ¿Suenan pues estos directos mejor que el álbum de estudio? Obviamente no. De hecho hay fallos, y más de uno, para ser sincero. Pero tienen esa ecuación mágica de nervios, adrenalina, presión, gozo y locura que hace que las canciones naveguen por nuevas dimensiones. Más directas, con más espacios, más improvisación, más salvajes. Además, yo siempre fui de la opinión de que las canciones terminan de madurar finalmente en los conciertos, llegando al fin a todo su potencial, viviendo y vibrando en el escenario, siendo absorbidas por una masa con ganas de rugido, música y espectáculo.

No es la primera vez que publico algo así, quienes me siguen ya saben que aquel cabaret circense que montamos en 2017 en Clamores, fue milagrosamente rescatado durante la pandemia y finalmente publicado en mi bandcamp, para escucha y descarga gratuita. ¿Y por qué gratuita? Pues porque no deja de ser eso. Un disco no oficial, un recuerdo para los que estuvieron, un regalo para los que no pudieron ir, un cuadro para los que les hubiera gustado saber qué pasó en esa época, qué sonidos había en nuestras cabezas en aquel momento. Y por ello, y voy al grano y a la vez voy terminando, os podéis encontrar estos dos discos en directo en mi bandcamp de forma gratuita para escuchar y descargar, e incluso grabar en un CD virgen para el coche, porque románticos nostálgicos como yo, todo está pensado y cada directo no supera los 80 minutos necesarios para ello.

El primer CD lleva el título de "Madrid, Café Berlín, 17/12/21". Una fecha marcada a fuego, la gran, gran presentación de "La Liturgia Eléctrica" para amigos y medios, con el ambiente aún reinante de una nueva variante de ese virus tan presente en nuestras vidas recientes, el fin del año y las luces de Navidad, y sobre todo, y para mí por ello más especial que ningún concierto hasta la fecha, mi "big band" particular de 11 músicos para la ocasión, con mi banda base, más Andrés Chapapote a las teclas, mi trío de vientos bautizado como "Bourbon S-Trío", y por primera vez mis coristas, mis "Tipitinas", con Laura Rubio, Laura Chicón y mi musa perfecta Meri Moon. Sólo la energía de toda esa banda latiendo a la vez en el escenario, era motivo más que suficiente para publicar este disco.

El segundo CD, con título "Sevilla, Sala X , 24/03/22", aquel jueves de lluvia y charcos, muestra a una banda ya engrasada por la gira, a cuatro miembros, Javi a la guitarra, Patillas al bajo, y Jorge Malax sustituyendo a nuestro Nacho, que estuvo con nosotros hasta en 4 conciertos de la gira y se merece también por méritos propios salir reflejado. Este disco es más fiel para los que han ido y seguirán yendo a nuestros conciertos, una banda de rock haciendo rock, llevando los arreglos del disco y las canciones al formato de toda la vida, con más acople, más distorsión y más actitud. Y también, se refleja en este segundo disco el espíritu de los invitados sorpresa que nos han acompañado cada noche, en esta ocasión los quilates de Suso Díaz, y el teclado hipnótico y psicodélico de Jaime Hortelano. Ambos tenían también que salir, porque habrá en breve algún concierto más con ellos como músicos, y porque los muy fans habréis podido comprobar que aparecen en el videoclip de "El Aguacero". Gloria bendita.

Por todo esto, no me puede hacer más ilusión regalaros y regalarme estos dos álbumes, en donde también aparecen algunos temas propios antiguos, algunos muy antiguos, de hecho, y hasta 3 homenajes que no aparecen en ningún sitio: las versiones de "Oh Well" de Peter Green y su riff perfecto para Fleetwood Mac, la incendiaria nunca mejor dicho "Fire" de Jimi Hendrix, y el himno entre los himnos "The Weight" de The Band, aportando entre todas nuevos filtros a esa polaroid antes descrita.

No me enrollo más, sólo espero que disfruten tanto como yo escuchando y masterizando ambas noches. Unas noches que debo confesar, y esto aún tiene más gracia, que no sabíamos que estaban siendo grabadas. En Madrid llevamos una grabadora en estéreo que no sabíamos si funcionaría antes de salir al escenario, cosa que solucionó al comenzar Antonio, el técnico de la Berlín, y en Sevilla nos llevaríamos la sorpresa al terminar el concierto, cuando Jacobo, el tío de Meri, nos regaló un pincho USB con el concierto, que había sido grabado desde la mesa por Toni, el técnico de la sala X. Dos Antonios haciendo un inolvidable regalo a otro Antonio, con qué bonitas casualidades nos obsequia a veces la vida.

Así que ahora sí, disfruten y suban el volumen, y no se olviden que esto aún no ha acabado, porque tenemos varios conciertos a la vista hasta finales de año, un 2022 marcado a fuego por muchos motivos. Si escuchar estos discos les saca una sonrisa, como a mí, el esfuerzo habrá valido la pena.

Antonio Hernando, Septiembre 2022