La música lleva salvándome toda la vida. Al descubrir un vinilo, al terminar una canción, al escuchar una guitarra a lo lejos en una calle. Estaba claro, aunque no lo supiera al principio, que terminaría también salvando una situación completamente nueva, distópica e inverosímil, como fue el confinamiento por culpa de la pandemia de la primavera de 2020. Estábamos ya a finales de abril, y la incertidumbre al no saber cuándo se podría volver a los escenarios estaba recalando en mí con un estado de melancolía y desididia propio de la impotencia, las trágicas noticias y la rutina. Justo entonces recibí una llamada de Félix el "Duende" para grabar desde casa alguna versión del mundo Beatles para su nuevo programa de radio, "Billete a Liverpool". Eso encendió la chispa y de repente tenía la casa con todos los instrumentos fuera de sus fundas, rodeado de cables por el suelo, el ordenador echando humo y disfrutando como nunca. Tras acabar "Working Class Hero", de John Lennon, fue tal el grado de satisfacción y felicidad en esos momentos que durante los próximos dos meses me dediqué diariamente a lo mismo, estudiando, sacando canciones, haciendo listas, buceando en discografías y probando y grabando sin parar. El resultado es este, un disco sin fines comerciales, con los que simplemente quiero devolver la deuda a mis ídolos y hacer que vosotros (ojalá) os emocionéis, descubráis nuevas canciones y os reconciliéis con alguno de estos artistas. Si pasara algo de esto, todo esfuerzo no habrá sido en vano.

Cuando empezó a tener forma toda esta colección de canciones, incluso me di el capricho de llamar a amigos para que me enviararan sus también pistas confinadas para engrandecer los temas: trombón, piano, saxo, clarinete...luego Meri Moon, en casa, quien también me hizo los coros, hizo un diseño espectacular con estética de vinilo para cerrar el proceso.

Bleecker Street es la calle más importante de la bohemia neoyorquina, atravesando Greenwich Village, donde comenzaron Bob Dylan, Leonard Cohen o Neil Young o donde vivió John Lennon, nombrada incluso en canciones de Simon & Garfunkel o Bruce Springsteen. Y es que incluso Tom Waits cambió Los Ángeles por Manhattan para su aclamado "Rain Dogs". Por otro lado, Bourbon Street hace lo propio en el Barrio Francés de Nueva Orleans, el barrio más musical del planeta, cuyas trompetas jamás están en silencio. Como la de sus primeros embajadores, Louis Armstrong o Louis Prima, pasando por Dr. John, tan presente en el disco, como nexo con el resto de músicas y artistas incluidos. Es por lo que el concepto e historia de ambas calles era el contexto perfecto para dar título a estas canciones: "Entre Bleecker y Bourbon Street" ya era una realidad.